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Introducción



Practico en un encinar extremeño la llamada "apicultura natural", cuyos principios son -al contrario de los de la apicultura convencional- totalmente respetuosos con la biología de las abejas y, hasta cierto punto (no deja de ser una práctica agronómica) con su entorno. Soy un firme defensor de la idea de que nuestro esfuerzo debe dirigirse a proporcionar las mejores condiciones posibles a las colonias (es decir, lo más parecidas a las naturales) y no a facilitar la obtención de sus productos, ya que los últimos solo pueden obtenerse como resultado de una sana ecología.


En estas páginas comparto mis observaciones en unas colmenas en un medio rural todavía relativamente silvestre, afectadas por algunos de los problemas de la globalización, y alejadas a propósito de las técnicas de producción desacopladas de su ecología. No es mi intención hablar de apicultura, sino de abejas.